Cuando eso te pasa con amigos es divertido, pero cuando empiezas a ver a mucha gente por la calle igual, ya no gusta tanto.
Hace unos años me cansé de que me ocurriera eso y decidí empezar a pintar mis camisetas para darlas un toque más original, para hacerlas únicas.
Después esta idea gustó a la gente, y empecé a pintárselas a mis amigos y familia.
También intenté venderlas, pero por falta de una buena forma de hacerlo, esa idea nunca prosperó, pero me encantaría algún día conseguirlo.
Mientras llega ese día, os dejo aquí una muestra variada de algunas camisetas que he pintado:
Como podéis ver, las hay de todo tipo. Al principio las pintaba con pinturas acrílicas, más tarde descubrí que hay pinturas especiales para tela, y me pasé a ellas. Pero hay que tener mucho cuidado porque no todas las pinturas reaccionan igual y algunas se desprenden al lavar las camisetas.
Después de varios dibujos perdidos por meter la camiseta en la lavadora, he llegado a la conclusión de que las camisetas hay que lavarlas a mano para mayor seguridad. Da mucha pena cuando se pierde un dibujo, es como ver derretirse un cuadro ante tus ojos.
Seguro que más de uno reconocéis alguna de estas camisetas que ya están en vuestra mano.
Y si alguien que no tenga aún ninguna camiseta mía le gustaría tenerla, ya sabéis, sólo tenéis que decírmelo.
Porque el arte no solo está para mirarlo, también puedes vestirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario