Hoy voy a mostraros unos bizcochos que por muchas veces que los hagáis nunca van a quedar iguales. Son los bizcochos marmolados.
Podéis encontrar la receta en muchos libros, pero a mi, la que me contó el mejor secreto para que saliese bien fue mi tía Adeli, que en la cocina también tiene mucho arte, fue una de las primeras personas de hecho, que me empezó a meter en el mundo de la repostería.
Primero os voy a mostrar el típico bizcocho marmolado, el de chocolate:
Éste es el más sencillo de hacer, pero siempre queda muy vistoso y os hará un gran apaño para las meriendas con invitados.
Pero a mi siempre me gusta ir un poco más allá y decorar absolutamente todo, así que, cuando ya tenía dominado este bizcocho, dejé volar mi imaginación, y éste fue el resultado:
Yo lo llamo "bizcocho brujita", claramente se ve la bruja, jajajajajaja.
Cambié el chocolate por frambuesa y cubrí el bizcocho con nata montada y lo decoré con confeti para darle un toque más "alegre".
Por supuesto, el que el dibujo parezca una bruja es pura casualidad, cada vez que lo hagáis el dibujo que os saldrá será diferente, según la cantidad de bizcocho de color que uséis y según la aplicación, los golpes y un largo etc.
De tal forma, os animo a todos a hacer bizcochos y sorprenderos con los dibujos que guarden en su interior.
A veces, el arte surge por casualidad, no obstante, sigue siendo arte.
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