Hacía muchísimo que no subía una entrada nueva al blog. ¿La razón? Como ahora en mi trabajo me paso el día cocinando y tengo muy poco tiempo libre, me cuesta más que antes ponerme a cocinar pequeñas cosas, por deliciosas que sean.
Pero siempre termino encontrando alguna excusa buena para volver a hacerlas.
Esta vez fue porque era el cumple de mi madre y quería llevarles a sus compañeros de trabajo unas pastitas por su cumpleaños.
La receta de hoy es muy sencilla, sin ornamentos ni colorines. Pero a veces en la sencillez está la belleza.